La noche del Jabalí - Alí Primera

martes, 2 de febrero de 2010

Comunicado de instalación del Comite


COMUNICADO A LA POBLACIÓN SOBRE LA CONSTITUCIÓN DEL “COMITÉ AFROURUGUAYO POR LA RECONSTRUCCIÓN Y DESARROLLO DE HAITÍ”

Ante los luctuosos hechos de público conocimiento que llenan de dolor al Hermano pueblo de Haití, nostro/as miembros de la comunidad Afrouruguaya queremos expresar nuestro más sentido pésame con los familiares de las víctimas terremoto del día martes 12 de enero.

Así mismo lamentamos las perdidas de vidas humanas de compatriotas uruguayos y expresamos nuestros deseos de que aquellos que no han sido encontrados puedan aparecer con vida.

Hacemos llegar a las autoridades nacionales y al sistema de Naciones Unidas nuestros votos para que se continúe y profundice la búsqueda de personas sepultadas, como así también se amplíe la cobertura de atención médica y sanitaria a los miles de personas heridas que deambulan por las calles.

Señalamos la importancia de tener en cuenta los componentes del marco previo existente en Haití como forma de realizar un análisis lo más completo posible:
La mayoría de la población de Haití son descendientes de los africanos esclavizados en las Américas lo que le ha dado al país una cosmovisión y cultura estrechamente vinculada con su herencia de los pueblos africanos.

Haití fue el primer país de las Américas en conquistar la independencia, y la abolición de la esclavitud. en 1804; y tuvo una decisiva incidencia y apoyo a los procesos independentista de otros países de la región.

Esa independencia política no contó con suficiente apoyo para lograr un desarrollo acorde a un país libre. Por lo contrario las ocupaciones militares del territorio haitiano ha sido una constante a lo largo de su historia. En febrero de 2005, cuando se aprestaba a celebrar los 200 años de independencia sufrió una nueva ocupación.

La presencia de tropas extrajeras como las MINUSTAH, fuerzas de paz cumpliendo una misión humanitaria para las Naciones Unidas, no puede demostrar que se haya logrado acuerdo entre las partes en conflicto que permita avizorar el fin del mismo y el cierre de esta misión. Estas fuerzas fueron y son permanentemente rechazadas por importantes sectores de la población Haitiana.

Es por lo tanto absolutamente urgente e imprescindible cambiar las fuerzas de ocupación por fuerzas civiles de solidaridad y de reconstrucción, así como por programas para el desarrollo que integren los proyectos, las propuestas y la participación de la sociedad Haitiana.
El pueblo Haitiano es acreedor de una inmensa deuda histórica, social y ecológica cuyo reconocimiento y restauración es la base de cualquier posible proceso de desarrollo soberano y vigencia plena de los derechos humanos.
Haití manifiesta hoy como lo ha hecho históricamente la capacidad de la resistencia social y cultural, la fuerza de su identidad, la dignidad de pueblo y su esperanza de poder revertir la situación actual.

Haití es considerado el país mas pobre de la región. Antes del terremoto la población haitiana vivía una realidad social de CRECIENTE Y MASIVA PAUPERIZACIÓN lo que demuestran sus indicadores e índices vitales, a modo de ejemplo: en 2004, menos del 40 % de su población tenía acceso al agua potable; el analfabetismo alcanzaba un 45% y solo un 24 % de los partos eran atendidos por personal calificado.

La DEUDA EXTERNA que la comunidad internacional continua cobrando al pueblo de Haití es, sin lugar a dudas ilegitima. Bajo las circunstancias actuales de muerte y destrucción, atribuibles en gran medida a la herencia histórica de la deuda por la independencia y su más reciente contrapartida de programas de estabilización y ajustes estructurales no hay justificación posible para que la comunidad internacional continué cobrando su libra de carne.

El principal problema AMBIENTAL en Haití, es la aplicación de un modelo económico centrado en la sobre explotación de los recursos naturales por parte de empresas transnacionales y operadores locales, que determinan niveles alarmantes de destrucción del medio ambiente lo que constituye un ECOCIDIO, cuyas consecuencias para la vida y la cultura del pueblo Haitiano deben calificarse también de ETNOCIDIO y GENOCIDIO.

Por lo tanto expresamos la necesidad de:
Eliminación total de la deuda externa de Haití, como forma de dar sustento a futuras acciones de reconstrucción

Facilitar la creación, en el ámbito de las Naciones Unidas, de un proceso de reconstrucción y desarrollo de Haití, con la presencia y participación de su población como actor prioritario
Enfatizar en la recomposición medioambiental a partir de la capitalización del gran potencial energético con el que cuenta el país a partir de la utilización de fuentes como la energía solar, eólica y otras fuentes naturales que facilitan la condición tropical de este país.

Como forma de solidaridad y compromiso con el destino de la población haitiana nos constituimos en el “COMITÉ AFROURUGUAYO POR LA RECONSTRUCCIÓN Y EL DESARROLLO DE HAITÍ”.

Este comité surge del seno de la comunidad afrouruguaya como instrumento de articulación y colaboración con otras iniciativas y trabajos ya existentes, y es un grupo de trabajo abierto a la amplia participación de todas las personas e instituciones que quieran contribuir con los objetivos propuestos.

Como acciones a desarrollar proponemos:
Establecer contacto con organismos nacionales e internacionales públicos y privados con la finalidad de generar las articulaciones sobre la recolección de insumos y las formas de traslado.
Proponer a las autoridades nacionales y a organismos internacionales la participación en el diseño y ejecución de programas de trabajo a corto y mediano plazo de abordaje de áreas vinculadas al desarrollo en salud, educación y vivienda.

Asegurar una agenda de actividades que difundan más allá de lo que dure la cobertura de los medios de comunicación la realidad de este país, informando permanentemente a la población sobre la llegada de la ayuda humanitaria y su posterior distribución.

Realizar gestiones y la solicitud ante la cancillería nacional para el traslado temporario hacia nuestro país de personas en situación precaria, en particular mujeres y niños; por ejemplo establecer un número de personas o de familias haitianas que puedan ser recibidas por instituciones y/o familias de nuestro medio.

Llevar adelante de manera colectiva, una ceremonia de carácter espiritual de despedida a nuestros hermanos haitianos enterrados bajos los escombros y aquellos que por un motivo u otro fallecieron como consecuencia de este terremoto.

Realizar, en fecha y lugar a definir un gran espectáculo artístico solidario con el pueblo de Haití.

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