CEREMONIA AFROESPIRITUAL ECUMÉNICA
1 DE FEBRERO 2010 - URUGUAY
MARCHA Y PROCLAMA
"Hoy las mujeres y los hombres afrouruguayos y muchos uruguayos no afro y solidarios, venimos en este momento señalado por la desgracia del pueblo haitiano frente a las aguas que nos une con África, frente a las aguas que símbolizan nuestras entidades ancestrales, frente al océano que supo del trasporte de los africanos esclavizados a las Américas, a despedir a las almas de todas las personas muertas en Haití.
Venimos a velar el camino de los hermanos afrodescendientes hasta el lugar de nuestros ancestros, a rogarles que los reciban en su seno y que propocionen consuelo y de luz a los sobrevivientes para superar el momento e iniciar la ardua tarea de reconstrucción.
Pero también venimos a recordar y denunciar que:
Que las políticas de los organismos internacionales y de los poises con potencia económicas sustentadas en el racismo estructural son las articuladoras de la situación de exclusión e invisibilidad política y económica a la que ha sido sometido el pueblo haitiano a través de toda su historia, quizá porque no se le perdona el hecho de que:
Haití fue el primer país de las Américas,en 1804, en conquistar la independencia, y decretar la abolición de la esclavitud ; y que tuvo una decisiva incidencia y apoyo a los procesos independentista de otros países de la región, siendo la mayoría de la población de Haití descendientes de los africanos esclavizados, lo que le ha dado al país una cosmovisión y cultura estrechamente vinculada con su herencia de los pueblos africanos.
Que a partir de este hecho las ocupaciones militares del territorio haitiano ha sido una constante a lo largo de su historia, prueba de ello es que en febrero de 2005, cuando se aprestaba a celebrar los 200 años de independencia sufrió una nueva ocupación.
La presencia de tropas extrajeras como las MINUSTAH, fuerzas de paz cumpliendo una misión humanitaria para las Naciones Unidas, hasta el momento no pueden demostrar que hayan logrado acuerdos sustentables entre las partes en conflicto que permita avizorar el fin del mismo y el cierre de esta misión. Estas fuerzas fueron y son permanentemente rechazadas por importantes sectores de la población haitiana.
Haití es considerado el país mas pobre de la región. Antes del terremoto la población haitiana vivía una realidad social de CRECIENTE Y MASIVA PAUPERIZACIÓN lo que demuestran sus indicadores e índices vitales, a modo de ejemplo: en 2004, menos del 40 % de su población tenía acceso al agua potable; el analfabetismo alcanzaba un 45% y solo un 24 % de los partos eran atendidos por personal calificado.
El pueblo Haitiano es acreedor de una inmensa deuda histórica, social y ecológica cuyo reconocimiento y restauración es la base de cualquier posible proceso de desarrollo soberano y vigencia plena de los derechos humanos.
Haití manifiesta hoy como lo ha hecho históricamente la capacidad de la resistencia social y cultural, la fuerza de su identidad, la dignidad de su pueblo y la esperanza de poder revertir la situación actual.
La DEUDA EXTERNA que la comunidad internacional continua cobrando al pueblo de Haití es, sin lugar a dudas ilegitima. Bajo las circunstancias actuales de muerte y destrucción, atribuibles en gran medida a la herencia histórica de la deuda por la independencia y su más reciente contrapartida de programas de estabilización y ajustes estructurales no hay justificación posible para que la comunidad internacional continué cobrando su libra de carne.
El principal problema AMBIENTAL en Haití, es la aplicación de un modelo económico centrado en la sobre explotación de los recursos naturales por parte de empresas transnacionales y operadores locales, que determinan niveles alarmantes de destrucción del medio ambiente lo que constituye un ECOCIDIO, cuyas consecuencias para la vida y la cultura del pueblo Haitiano deben calificarse también de ETNOCIDIO y GENOCIDIO.
Venimos a rechazar todas aquellas insinuaciones y adjudicaciones que vinculan la razón de estos desatres naturales a la presencia de la poblaciones afro, a las culturas de orígen africano, y en partifcular las expresiones espirituales vinculadas al culto de nuestros ancestros; reclamos el derecho al respeto integral de la cultura y la resistencia del pueblo haitiano;
Reclamamos entonces:
Total y absoluto respeto a la cultura de orígen africana en Haiti y a todas sus formas de expresión;
La autodeterminación de pueblo haitiano y la participación protagónica en la construcción, ejecución y monitoreo de programas y proyectos sustentables que garandicen la reconstrucción y desarrollo de Haiti,
La total eliminación de la deuda externa de Haití,
La retirada de todas las fuerzas militares que ocupan el territorio haitiano y sus sustitución por técnicos, especialistas y organizaciones solidarias que garanticen el proceso de reconstrucción
Recomposición medioambiental a partir de la capitalización del gran potencial energético con el que cuenta el país a partir de la utilización de fuentes como la energía solar, eólica y otras fuentes naturales que facilitan la condición tropical de este paísares
Que el gobierno uruguayo haga todos los esfuerzos que esten a su alcance, en los ámbitos de las Naciones Unidas y organismos internacionales para que estos reclamos se hagan realidad"
Reclamamos finalmente; que no sea confundida la legítima preocupación humanitaria por los niños y niñas de Haití, con el criminal tráfico de personas.
QUE LOS ORIXÁS, ENERGÍAS DE LA NATURALEZA IMPRESCINDIBLES PARA LA VIDA, Y VENERADAS POR LA RELIGIÓN AFRICANA EN TODOS SUS MATICES, SEAN BRINDANDO PAZ A LAS ALMAS DE LOS DESENCARNADOS, Y ESPERANZA A LOS SOBREVIVIENTES. ESPECIALMENTE A LOS ANCIANOS REPRESENTANTES DE LA ANCESTRALIDAD QUE NOS LEGARON LA FE Y A LOS NIÑOS QUE SON EL PRESENTE Y SIN DUDAS NUESTRO POTENCIAL FUTURO.
QUE ASÍ SEA
jueves, 4 de febrero de 2010
PROCLAMA de la Llamada de Luz por Haiti
Publicado por
Comite afrouruguayo por la reconstrucción y desarrollo de Haití
en
jueves, febrero 04, 2010
Etiquetas:
Comunicados
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario